
nuestros origenes
Rafael Martinez Robles nacido en Córdoba siempre fue muy aficionado a los productos naturales.
Gracias a esa afición
por la naturaleza termina consiguiendo este milagroso producto que no ha dejado
de ayudar a tanta y tanta gente durante ya más de 20 años.
En el año 1996 le ofrecen una plantación de Aloe Vera explicándole
las diferentes propiedades y virtudes que atesoraba.
Al escuchar todas estas propiedades se empieza a interesar más y a documentarse para aprender
su origen, historia y los usos que le han dado desde hace cientos de años….una
de las lecturas que marcaran el camino
es que antiguamente en la India a la
planta del Aloe Vera se le conocía como “la curadora silenciosa” y en ese
momento le surge la idea de crear un
producto con el que poder ayudar a gente con
problemas dado que esta planta se utilizaba desde tiempos ancestrales para aliviar
múltiples problemas y dolencias, así finalmente
decide que la llamará “La Pomada del Silencio”
el producto
A lo largo de la historia el Aloe Vera, una planta proveniente de diferentes lugares de Asia y de Africa, famosa por sus propiedades curativas, ha tenido un lugar preponderante en varias culturas. En la India, por ejemplo, se la denominaba “la curadora silenciosa” y se creía que crecía en los jardines del Edén. En el antiguo Egipto, la planta era conocida como “la planta de la inmortalidad” y se la utilizaba en los ritos de enterramiento y en el proceso de embalsamiento de los faraones, y es mencionada en el famoso "Papiro de Ebers", conocido también como el "Libro egipcio de los remedios". Y como aparece mencionada en el Nuevo Testamento, donde se relata cómo Nicodemo utilizó una mezcla de aloe y mirra para embalsamar el cuerdo de Jesús, se la ha llamado “la planta bíblica”.
Conocedor también de las propiedades hidratantes y curativas
del Aceite de Oliva y de la Cera de Abeja se le ocurre mezclar los 3
ingredientes para intentar conseguir una crema que aunara todos estos numerosos
beneficios
Siempre de manera artesanal empieza a hacer pruebas buscando
conseguir una textura adecuada….Se extrae la pulpa del aloe, con diferentes
procesos se mezcla con el aceite y la
cera y tras muchas pruebas fallidas por fín consigue una crema estable que
puede ser usada como había imaginado.
A partir de aquí una vez conseguido el producto y siempre
con la idea y afán de ayudar a los demás
, la da a probar a toda aquella gente
cercana que tuviera alguna
necesidad recomendándola siempre con la fe de un producto que realmente le iba
a ayudar… los resultados son verdaderamente sorprendentes .

ver y sentir los resultados es motivo suficiente para creer en ella
Gracias a las experiencias y comentarios, se han podido
constatar sus múltiples usos y propiedades, incluso a día de hoy seguimos
descubriendo nuevos usos y bondades reportadas por nuestros consumidores…
Una vez descubierto el producto y comprobada su efectividad
se busca un bote más adecuado y se empieza a envasar manualmente de forma
artesanal.
Comienza la venta en
pequeños mercados y ferias pues la gente
buscaba el producto por las recomendaciones de quien ya la había usado….con el
tiempo la fama de “La Pomada del
Silencio” se va incrementando hasta el punto de que para quienes la utilizan ,
ver y sentir los resultados es motivo suficiente para creer en ella
Llega un momento en que para poder atender la demanda de
nuestros consumidores se hace necesario profesionalizar su envasado, así como el
registro y patente de su formulación, su proceso para su fabricación y su nombre,
registro sanitario, los análisis de testado dermatológicamente y todo aquello
que permite garantizar la calidad en
cada uno de las unidades fabricadas para nuestros clientes.
Es de destacar que se usan los ingredientes de más alta
calidad , el Aloe Vera con su certificado ecológico y la cera de abeja y aceite
de oliva de la más alta calidad posible y obtenido de la manera más natural
posible y respeto del medio ambiente.